viernes, 21 de mayo de 2010

La Ciencia de la Compasión

En los múltiples audiobooks que ando escuchado últimamente se habla de meditación y sus beneficios para el cuerpo, la mente y el espíritu. Puede llamarse relajación, concentración, enfoque u otros nombres, pero viene todo a ser un tiempo que nos dedicamos a nosotros mismos, para estar a solas con nuestra mente e intentar calmarla. No hace falta convertirse al budismo, ni siquiera practicar yoga, tan sólo un poquito de disciplina y silencio.

Siempre pensé que la meditación, entendida como no pensar en nada, era algo imposible, un juego binario de sí o no, positivo o negativo, todo o nada, ganar o perder, en el que, o conseguías llegar al mítico nirvana búdico o estabas perdiendo el tiempo. Y no entendía qué podría traer de bueno... al final, no se dedican todos nuestros años de educación formal a enseñarnos a pensar? por qué habría que dejar de hacerlo?

Un libro que leí hace ya la friolera de 8 años, "Los Caminos Cruzados de la Consciencia", me impresionó sobremanera y me dio algunas respuestas. En él se describían conversaciones entre científicos occidentales y las comunidades de monjes budistas representadas por el Dalai Lama, y los sorprendentes resultados de los experimentos de medición de ondas cerebrales en sus estados meditativos profundos.

Lo cierto es que otras lecturas me están llevando a conocer los resultados científicos absolutamente reveladores, e inesperados para muchos, de estos estados alterados de consciencia presentes en todas las religiones: la gratitud, los rezos en comunidad, las danzas con ritmos repetitivos, las bendiciones, la contemplación... Todas las religiones consiguen por una u otra vía alterar el estado mental y, supuestamente, conectarse con un más allá o con una parte del cerebro que nos genera sensaciones de Unidad, Amor, Paz, y ser todos parte de algo inmensamente superior y mayor que nosotros mismos.

Y se está demostrando que quien tiene alguna religión o realiza prácticas espirituales (como la meditación) es más feliz.


Eduard Punset, excelente divulgador de la Ciencia de nuestros días, explorador de sus fronteras y buscador incensante de las fórmulas para la Felicidad Humana (recomiendo vivamente su maravilloso libro La Fórmula de la Felicidad) entrevista en su programa Redes a un biólogo molecular convertido al budismo que fue catalogado como el ser humano más feliz del planeta.

Está comprobado: la meditación y la compasión nos hacen más felices!



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