martes, 10 de enero de 2012

Caminante, no hay camino, sino estelas en la mar

Hola Jugosos! (si es que aún andáis por ahí...)

Han pasado muchos meses desde que abandoné temporalmente mis hábitos de comunicación virtual, perdonadme! 2011 me cambió la vida porque en 2011 decidí cambiar de vida: me eché a caminar sin saber bien hacia dónde me dirigía, tan sólo segura de mis ganas de vivir!

En 2011 pasaron cosas tan grandes, tan conmovedoras, tan especiales, que, mejor tarde que nunca, no me resisto a contaros.

Dicen los versos de Machado que al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Vamos por la vida, tan sólo, aprendiendo a caminar. Pero lo cierto es que nos encanta mirar el camino recorrido, recordar, y saborear las endorfinas de la memoria, que nos dejan revivir momentos únicos y nos permiten replicar esa felicidad ya vivida en el sendero de la vida.


2011 fue, sin duda, el mejor año de mi vida, os lo aseguro! Por qué no os lo conté todo mientras pasaba? Porque estaba demasiado concentrada en mis(nuestras) estelas en la mar!

Preparaos, amigos, porque pienso colocar el resumen de lo que pasó por mi camino en seis meses de aparente desocupación, que fueron en realidad seis meses de absoluto vértigo y alegría!

No os sintáis abandonados, queridos lectores. Os merecéis la serie de 6 sabrosas entregas sobre lo pasado en 2011 que está en el horno, y que no os defraudará. Permaneced atentos!