martes, 13 de abril de 2010

The Hour of Power

UNA HORA DE PODER

Una hora al día sólo para mí! Así empezó mi aventura en el mundo del ejercicio. Siguiendo las recomendaciones de mi amigo Anthony Robbins, que sostiene que los cambios mentales han de ir acompañados de movimiento físico. Para que la mente se reestructure, el cuerpo tiene que estar involucrado. Así que, para correr, qué mejor que buena música! Crea una sensación de euforia, de danza energética en la que todas las células bailan, y el aire que entra en los pulmones lo hace con un ritmillo viciante!

Para mis carreritas voy creando en iTunes una lista de reproducción supercañera, con canciones que me elevan la adrenalina y me suministran los kilojulios necesarios para vencer las ganas de quedarme en el sofá y conseguir, enchufada a mi máquina vital (mi iPod), correr las siete leguas!

Música y más música para la vena!

1 comentarios:

Indefinida e indefinible dijo...

No hay color de correr con música o sin ella...
Creo que una de las claves es olvidar el sonido de tu propia respiración, centrándote en seguir corriendo, y dándole a tu cuerpo lo que necesita, sin controlar lo que entra por tus pulmones.
A mí me agota oirme jadeando, así que mucho mejor unas guitarras poderosas...
Ejemplo: Salvation, The Cranberries.

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