Así que, me decidí a empezar lo que los ingleses lo llaman "Moebius", los portugueses "uma gola" y los españoles, creo, aún no le han dado un nombre, pero en algún blog los he visto como "calientacuellos". Básicamente es una bufanda cerrada, que permite darse dos o más vueltas y ponérsela a modo de abuelilla también, haciendo las veces así de "tapaorejas".
Debido al color maravilloso de la lana que escogí, a que en Portu ya dejará de hacer frío en breve (lo que no sucederá en Castilla) y ya que el cumple de mi tata se aproximaba, decidí acelerar el proceso para tenerlo terminado este fin de semana.
Aprovechando que tenía una reunión de trabajo en Lisboa, metí los utensilios en un taleguillo, y tricoté con empeño (y cariño) mientras recorría el corazón del país.
Teniendo en cuenta que los tejí a toda velocidad y los dos al mismo tiempo, con dos agujas circulares, no se me dió nada mal. Aquí va un registro fotográfico del resultado:

Y aquí dejo la opinión de la actual dueña sobre el regalo, y através del mismo:
Y es que, a lo largo de los siglos lo han dicho muchos pensadores de muchos tiempos: El secreto para hacer las cosas bien es hacerlas con amor.



5 comentarios:
¡Es geniaaaaaaaaaaaal!
:)
Gracias.
mt gira Marta :)
Fantástico, quero ver ao vivo :)
Ficaram óptimas, essas prendas. Mal posso esperar pela minha — um "gansey" autêntico!
¿Sabes lo bien que vienen en este invierno leonés?
Me acuerdo de ti cada mañana cuando voy enroscada de morado a trabajar a menos muchos grados.
Un año después, gracias otra vez! :)
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