jueves, 18 de noviembre de 2010

Oda a un teléfono jubilado


Finalizan esta semana cinco años de convivencia ininterrupta con aparatito negro, que llegó a mis manos, con amor, un Noviembre en Alemania.

Hoy parece obsoleto y lleno de cicatrices, pero el día que llegó parecía lo más puntero de la tecnología.

Ha viajado, soñado, corrido, trabajado, llorado y reído conmigo.
Me ha transmitido, en varios países y lenguas, algunas noticas malas y muchísimas buenas. Me ha conectado a mi familia y ha traído a mi orejilla muchos viejos amigos que parecían perdidos en la memoria.

Los soportes van cambiando, pero lo esencial nos acompaña.

Mi viejo teléfono no deja de ser un cachito de plástico, que simboliza una etapa de este viaje. La etapa tal vez m
as difícil y la más feliz al mismo tiempo!

Ahora doy la bienvenida a otra fase telefónica de mi vida con un aparatito que suministra toda una experiencia comunicacional :

El Aifón!
(Gracias, otra vez, amante de la tecnología y amado mío!).

1 comentarios:

Indefinida e indefinible dijo...

Te echamos de menos, Jugosaaa!!!

Publicar un comentario