jueves, 23 de septiembre de 2010

La dote de la valquiria

He estado dos días en una feria de tecnología en la Feria Internacional de Lisboa. He visto cosas muy interesantes, sin duda, pero algo en especial me ha cautivado el corazón: finalmente he visto en vivo una obra de Joana Vasconcelos. Y qué obra.

Esta señora juega con la artesanía popular portuguesa, especialmente con técnicas de punto, ganchillo, bolillos, bordados y otros menesteres hilanderos para crear, con la ayuda de muchas manos femeninas, obras gigante
s de aspecto tradicional pero increíblemente originales. Colgó un “tapete de arraiolos” gigante del puente de la Arrábida en Oporto, creó un mega corazón miñoto con cucharas de acero, le puso un collar de boyas a la Torre de Belém.

Colgaba del techo del pabellón 3 de la Feria “El ajuar de la Valquiria”, un monstruo encantador, fantasmagórico con un toque de ternura abuelil, cubierto de colgajos bordados con mil motivos, botones de varios tamaños, cintas de fieltro multicolor y otras cirigoncias tejidas por hábiles dedos y ensambladas con el arte de una verdadera creadora.

Es que en estos días de desafío intele
ctual y físico, mi corazón de lana me llama. Ay... si de repente encontrase una tarde de domingo olvidada en un cajón, me sentaría tranquilamente, inspirada por esta mujer, a tejerme unos calcetines de valquiria.

1 comentarios:

Indefinida e indefinible dijo...

Tengo ganas de que haga frío de verdad para ponerme los calcetines rosas. :)

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