jueves, 23 de septiembre de 2010
La dote de la valquiria
Esta señora juega con la artesanía popular portuguesa, especialmente con técnicas de punto, ganchillo, bolillos, bordados y otros menesteres hilanderos para crear, con la ayuda de muchas manos femeninas, obras gigantes de aspecto tradicional pero increíblemente originales. Colgó un “tapete de arraiolos” gigante del puente de la Arrábida en Oporto, creó un mega corazón miñoto con cucharas de acero, le puso un collar de boyas a la Torre de Belém.
Colgaba del techo del pabellón 3 de la Feria “El ajuar de la Valquiria”, un monstruo encantador, fantasmagórico con un toque de ternura abuelil, cubierto de colgajos bordados con mil motivos, botones de varios tamaños, cintas de fieltro multicolor y otras cirigoncias tejidas por hábiles dedos y ensambladas con el arte de una verdadera creadora.
Es que en estos días de desafío intelectual y físico, mi corazón de lana me llama. Ay... si de repente encontrase una tarde de domingo olvidada en un cajón, me sentaría tranquilamente, inspirada por esta mujer, a tejerme unos calcetines de valquiria.
miércoles, 22 de septiembre de 2010
Y vivir es una fiesta!
Hola jugosos!
he vuelto - no sé por cuánto tiempo!
El verano llegó y las dos semanitas se fueron volando. Francia, Valladolid y Santander fueron mis destinos elegidos, cuyo juguito exprimí hasta la última gota (hasta el último minuto!). Tendría mil historias para contar sobre la gastronomía y los vinos franceses, los castillos, monasterios y paisajes provezales y la luz de la Costa Azul. También podría narraros las risas con los sobris en la playa y el descanso merecido en casa de los papis.
Pero Septiembre llegó, llegó el trabajo en serio (tras meses de una estúpida letargia) y los nuevos desafíos. Volvieron las "Hour of Power", los intentos más o menos conseguidos de dieta saludable, la vida social y ... (redoble de tambores)... los estudios reaparecieron en mi vida.
De repente me veo renovada, reinventada, viviendo una realidad elegida y exigente, que me hace levantarme por la mañana con verdaderas ganas de vivir, aprender, producir, mejorar, ayudar, pertenecer.
Este estado de alto voltaje es peligroso, lo sé. Por eso intento diariamente desenchufar el cable através de la meditación, con resultados asombrosos.
Lo cierto es que nada nos para cuando estamos inspirados ("in-spirit"): sentimos en nuestro cuerpo frágil y limitado la chispa divina de la creación.
Y vivir es una fiesta!